TESTIMONIALS

“If this were handed to parents of newly diagnosed or suspected autistics instead of other pamphlets, I could see overall attitudes towards autism being more positive.”

– Elaine, Neurodiverse Mama of Six

“I think that this is EXACTLY what should be recommended to parents of newly diagnosed kids. I especially loved the Embrace the Unknown part and want that printed out and hung up to look at every day.”

– Sybil Brhel, Mom of Two

“I want my parents and mother-in-law and a couple of additional relatives to have this to assist them in understanding my son and helping to cultivate the relationship they have with him.”

– @therealkingdomhousewife

 Excerpt from Chapter 1

Libera tus expectativas

Tu hijo puede ser diferente, pero no tiene menos valores.

“Diferente pero no menos” seguramente es un dicho que has visto o escuchado antes. Es un recordatorio conciso y a veces cortante que tu hijo puede ser diferente a sus compañeros, o de lo que esperaste que fuera, pero eso no significa que no son dignos del mismo respeto y amor, ni menos capaces de vivir una vida plena.

También podemos ver ese dicho de otra manera y recordarnos que, aunque nuestras realidades sean diferentes a nuestras expectativas (la verdad es que pocos padres esperaban tener un niño autista), no amamos a nuestros hijos menos. Podemos apoyar a nuestros hijos reevaluando nuestras expectativas y usando nuestra comprensión de sus fortalezas, debilidades y nuestra percepción y cambios sobre el autismo.

Si eres un padre, es probable que pasaste muchísimo tiempo antes del nacimiento de tu bebé y en sus primeros años de su vida creando sueños elaborados y expectativas para ellos. Este es a menudo la primera fuente de dolor y preocupación de los padres una vez que un niño comienza a mostrar signos de autismo o recibe su diagnóstico oficial. Ese dolor generalmente proviene de las expectativas de cómo será tu niño, y tener que abandonar esas esperanzas y sueños indudablemente evocará algún tipo de tristeza.

El dolor, la ira y la preocupación son emociones válidas.

Tienes el derecho de sentir todos esos sentimientos.

Se trata más de cómo experimentas esas emociones y cómo trabajas con ellas para hacer una gran diferencia.